martes, 27 de marzo de 2012

Medallones de foie gras con reducción de PX

Receta perteneciente al 1er encuentro de fecha 13/02/10


A la plancha, braseado, poêlé... varias formas de decirlo, pero la misma de prepararlo.

El foie gras fresco es hígado de pato graso (también puede ser de oca o de ganso). Al contrario que el mi-cuit, éste se presenta totalmente crudo, y así no se debe comer, por eso aquí presento una de las formas de cocinarlo, bastante repetida en nuestros encuentros, que nos encanta, por su sencillez y su sabor. Simplemente foie gras a la plancha.



No tiene mucho misterio esta preparación, la verdad.
Yo empecé a conocer el foie fresco, hace ya algunos años, cuando en un restaurante probé un magnífico solomillo de ternera gallega con foie a la plancha encima... todavía lo recuerdo, delicioso!, cuando intenté repetirlo en casa no lograba la textura que recordaba en aquel plato, y es que claro, no lo hacía con foie fresco sino mi-cuit (que para otro tipo de preparaciones es espectacular, como podéis encontrar por aquí).


En esos momentos, no era tan fácil y habitual encontrar foie gras fresco entero, hoy en día, son cada vez más los supermercados y tiendas de alimentación que lo tienen entre sus productos habitualmente, sobre todo de cara a las fiestas navideñas, aunque cada vez más, lo mantienen para todo el año, una suerte para nosotros.

Ingredientes:

· Foie fresco entero.
· Sal, pimienta.
· Vino dulce Pedro Ximénez.
· Azúcar.

Preparación:

   Antes de empezar conviene tener el foie a temperatura ambiente, fuera del frigorífico, por lo menos 10-15 minutos, para que se atempere, porque al marcarlo rápidamente en la sartén o plancha, podría quedarse el centro del medallón sin coger la temperatura adecuada.
Cortamos en porciones de 1,5 - 2 centímetros, se puede enharinar muy ligeramente, sin pasarse, que si no parece que lo hayamos empanado y tampoco queremos darle otro sabor que no sea el suyo. Aunque esto no es imprescindible, a mi me gusta, conseguimos que luego quede un bonito color tostado y adquiera cierta consistencia en la superficie.



   Se calienta bien una sartén a fuego medio-fuerte y, sin añadir ni gota de aceite, vamos colocando las cortadas de foie. Aproximadamente con un minuto, o incluso menos, será suficiente (depende de la temperatura, de la sartén del propio foie... es cuestión de probar), damos la vuelta a las cortadas con la ayuda de un par de espátulas de madera, por ejemplo, y dejamos otro minutito por el otro lado, que se dore. Sacaremos los medallones a un plato con papel de cocina para que absorba la grasa sobrante, antes de emplatar, salpimentar al gusto. Una vez en el plato pondremos unos cristales de sal por encima de los medallones, también.


Un par de consejos:
Si vamos a hacer más de una tanda de medallones en la misma sartén, será conveniente vaciar la plancha o sartén de la grasa que nos haya dejado el foie, para que el resto no se cueza en lugar de asarse.
La cantidad de grasa que desprende el foie, es menor cuanto mayor es la calidad del mismo. No debería mermar más de un 20-30 % su peso.
El foie gras a la plancha se debe hacer en el momento, si lo hacemos antes de hora, y lo dejamos, perderá bastante presencia y se nos puede quedar un poco seco.

Para la reducción de PX (Pedro Ximénez).

Tomamos unos 200 cc. de vino dulce Pedro Ximénez, realizado con la variedad de uva de la que toma el nombre, al que añadimos unos 40 g. de azúcar (unas tres cucharadas).
Lo ponemos en un cazo a calentar, en cuanto empiece a hervir, bajamos un poco la temperatura pero sin que deje de burbujear y removemos de vez en cuando.
Para esta cantidad, en unos 15-20 minutos tendremos lista la reducción, perfecta para acompañar nuestro foie, y si nos sobra, la podemos poner en un biberón o un tarro de cristal; servirá también para acompañar otro tipo de carne, por ejemplo.
La textura debería ser de un caramelo ligeramente líquido, teniendo en cuenta que cuando se enfríe espesará bastante. Se puede ver la textura enfriando una pequeña cantidad en una cuchara.

Algunas capturas del proceso al hacer la reducción


Un poco de esta reducción por encima del foie es una delicia. También combina perfectamente con muchas otras cosas, tanto dulces como saladas. Si se hace para poner sobre un postre, podríamos añadirle una cucharada más de azúcar.

Buen provecho.

martes, 13 de marzo de 2012

Volcán de pulpo a la gallega

Receta del 9º encuentro gastronómico, del día 4 de junio de 2011.

   La que presentamos hoy, es una versión de este plato clásico que me gusta tanto y del que creo que no me cansaría nunca, el pulpo a la gallega. En esta ocasión pienso que, al menos, se puede sorprender con esta variación.

Foto de volcán de pulpo a la gallega

  Aunque este plato lo he propuesto como entrante, es en realidad, bastante más fuerte de lo que parece. La patata hace que llene mucho, y casi podría pasar por un plato principal.

Ingredientes:

Para cuatro personas,
· 1/2 Pulpo cocido.
· 5 patatas.
· 4 huevos, solo las yemas.
· Sal.
· Mantequilla.
· Aceite de oliva virgen extra.
· Pimentón dulce/picante.




Preparación:

   Empezamos poniendo agua a calentar en una olla, mientras elegimos unas patatas y ordenamos nuestro ingredientes...
   Cuando rompa a hervir el agua, añadimos las patatas sin pelar y las dejaremos cocer hasta que estén tiernas, aproximadamente entre 20 y 30 minutos, dependiendo del tamaño de las patatas. Se puede ir probando pinchándolas con un tenedor o la punta de un cuchillo, para saber cuando están.

   Sacamos las patatas y las dejamos templar un poco, para poder pelarlas, y no quemarnos al hacerlo. Una vez peladas y estando todavía calientes, las pasamos por un pasapurés o las trituramos con un tenedor, añadimos sal, mantequilla al gusto y aceite de oliva virgen. Se puede ir probando, para conseguir un puré con sabor, que no nos quede luego, el plato soso. No pongo cantidades de mantequilla, porque es algo que no gusta a todo el mundo por igual, yo usé, aproximadamente, unos 100 g. de mantequilla, para 900 g. de patata, aparte del aceite de oliva.



   Precalentar el horno 200º C.
   Sobre una bandeja de horno, ponemos unos trozos de papel apto para el mismo, y sobre éstos colocamos unos aros de emplatar de unos 8 ó 10 cm., vamos rellenando con el puré de patata hasta una altura de 3-4 cm., hacemos ahora un hueco en el centro, a modo de nido, para colocar en él una yema de huevo, cubrimos con un poco más de puré con cuidado de no romper la yema, y tapándolo todo, coronamos generosamente con unos cuantos trozos de pulpo cocido.




   Lo metemos en el horno para darle un golpe de calor.
   Una vez calientes, desmoldamos de los aros y terminamos con un chorrito de aceite de oliva virgen, espolvoreamos con pimentón dulce o picante (o los dos) al gusto, y unos cristales de sal.

   La gracia de abrir o romper el "pastel" y que desborde la yema es muy espectacular. A parte, por supuesto, de la buena conjunción de sabores.





   Probé esta receta sin muchas pretensiones, la verdad, y sorprendentemente se ha convertido en un plato especial, y además no cuesta tanto de hacer, teniendo el pulpo cocido hecho ya antes.

   Espero que os haya gustado, hasta la próxima.

viernes, 2 de marzo de 2012

Sushi. Makizushi: Toro hosomaki, Ikura makizushi.

Receta del V encuentro, celebrado el 16/10/2010.

Makizushi: Toro hosomaki (atún), Ikura makizushi (con huevas de salmón), Maki sushi vegetariano (aguacate, pepino)



Más conocido como simplemente sushi, en realidad el nombre engloba muy diferentes formas de preparar este plato japonés tan conocido, a base de arroz (éste es fijo) con muchos otros ingredientes: marisco, carne, vegetales, tortilla... y, por supuesto, pescado.
Si el arroz con el pescado dentro (u otra combinación), va envuelto en alga nori, como es nuestro caso, se le llama maki (rollo).


Para las variedades que presento, utilizamos lo siguiente...

Ingredientes:

· Ventresca de atún.
· Lomo de salmón.
· Huevas de salmón.
· Aguacate, pepino.
· Arroz de grano redondo (no bomba)
· Vinagre de arroz, sal, azúcar.
· Alga nori.
· Salsa de soja, wasabi (pasta de rabano verde picante).

Preparación:

   Lo primero que vamos a hacer es el arroz para sushi o sushi-meshi, arroz cocido y aliñado con vinagre, sal y azúcar.
Empezamos haciendo el arroz cocido (gohan). Esto es uno de los puntos claves para tener un sushi en condiciones. Hay que prestarle mucha atención a la forma y los tiempos al cocer el arroz.
Como casi siempre, las medidas dependerán de para cuantas raciones hagamos el plato. En esta ocasión utilizamos un vaso lleno de arroz (aprox. unos 200 g.)
Vertemos el arroz en un cazo y enjuagamos en abundante agua fría, agitándolo bastante al principio para lavarlo bien. Vamos a ir cambiando el agua repetidas veces, conforme veamos que se hace blanquecina, y removemos más suavemente para que no se rompa el grano, para terminar cuando el agua salga casi transparente, poniendo el arroz sobre un colador. Lo que conseguimos con esto es eliminar gran parte del almidón del arroz.
Dejamos reposar 5 minutos el arroz escurrido y lo vertemos en un cazo con un vaso y medio de agua, tapamos y ponemos a fuego medio-fuerte. Ya no levantaremos la tapa hasta el final. Cuando empiece a hervir lo bajamos al mínimo y en aproximadamente 12-14 minutos apagaremos el fuego y dejaremos la tapa puesta y el arroz reposando otros 10 minutos.

Imagen de sushi-meshi
   Mientras tanto vamos a hacer el “sushi-zu”, aderezo para el arroz cocido (goham), se hace: 6 cucharadas de vinagre de arroz, o en su defecto de manzana, cucharada y media de sal y dos de azúcar, se pone al fuego para disolverlo y se reserva hasta que haya que añadírselo al arroz.
Una vez reposado el arroz lo volcamos sobre una superficie amplia para poder airearlo y enfriarlo, a poder ser de madera. En esta operación vamos añadiendo poco a poco el sushi-zu, a la vez que vamos moviendo el arroz para que se empape y se enfríe.
De esta forma obtenemos el sushi-meshi, arroz pegajoso y brillante, para hacer nuestro sushi.
Prepararemos el resto de ingredientes, cortando en trozos alargados, bastones o tiras, todos los ingredientes que vamos a utilizar. En este caso, por un lado pelamos y sacamos unos trozos de pepino y de aguacate, por otro, cortamos unas lonchas gruesas de ésta maravilla de ventresca de atún y de lomo de salmón, y a su vez las troceamos en tres o cuatro tiras.
Por cierto, pescado espectacular traído por Mª José (gracias, jefa de Cris) de nuestro maravilloso Mercado Central de Valencia, elegido recientemente mejor Mercado de España 2011.
Salmón y ventresca de atún

   Vamos a empezar a montar muestro maki.
Extendemos sobre la esterilla (llamada makisu) una lámina de alga nori, cubrimos ésta con una capa de arroz lo más uniforme posible, ayudándonos con las manos mojadas en agua para poder manipular el arroz, dejamos un espacio en el alga por arriba sin cubrir, para poder pegar el rollo cuando acabemos.
Como a unos dos dedos de la parte final inferior, longitudinalmente, hacemos un pequeño surco en el arroz, ponemos una pequeña cantidad de wasabi a lo largo, y encima, los ingredientes elegidos. Pescado y vegetales, solo vegetales, o solo pescado.
En este último caso se hace un rollo más pequeño (yo corto el alga en dos), se llama hosomaki y suele ser, como decía, de un solo ingrediente.

Ahora enrollamos el alga con la ayuda de la esterilla, presionando bien al principio los ingredientes hacia dentro, de forma que quede lo más compacto posible. Vamos enrollando y presionando hasta llegar casi al final, donde humedecemos el margen que habíamos dejado con un poco de agua, para que se pegue el alga y se cierre bien el rollo.
No desesperéis si el primero no sale perfecto, la práctica hace maestros.

Por último nos queda cortarlo con un cuchillo muy afilado y mojado, en ocho o más trozos, teniendo en cuenta que debe comerse de un bocado, no conviene que queden muy grandes los trozos. Dependiendo del grosor del maki, yo lo corto en ocho o doce trozos.


Servimos junto un cuenco con salsa de soja, al que añadiremos y mezclaremos un poco de wasabi al gusto, para después, mojar ligeramente en esta salsa las piezas de sushi cogidas con los palillos, que no es tan difícil como puede parecer.

No puedo más que recomendar que probéis a hacerlo, es sano, nutritivo y divertido.
Saludos y que aproveche.